
“Se ha estado diciendo (en Miami) que somos comunistas, y eso tiene que parar”, se quejó Emilio. “El tiempo lo dirá todo, logramos hablar con el presidente y enviarle un mensaje (…) Tal vez si la recepción se hubiera hecho en otra casa se hubiera hablado de hacer negocios con Cuba”.
“Tenemos que aprender de los judíos”, reflexionó el productor, en referencia a la labor de lobby realizada por éstos con independencia del color político de sus interlocutores. “Creo que nosotros tomamos una decisión inteligente. El exilio cubano ha trabajado mucho, eso es respetable, pero no ha habido resultado en todos estos años”, añadió Estefan, en alusión a las tendencias partidistas de una zona del llamado “exilio tradicional”, o de “línea dura”.