google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Editorial redundante: La libertad como medio y como fin

lunes, 25 de octubre de 2010

Editorial redundante: La libertad como medio y como fin

No queremos volvernos reiterativos con el tema del foro abierto, o sección de comentarios, de Cuba Inglesa (CI). Pero este blog, como cualquier otro, se beneficia cada cierto tiempo de la participación de nuevos colaboradores y lectores, y a algunos de ellos les resulta difícil entender --y en ciertos casos puede que, incluso, le irrite-- la persistencia aquí de los troles y/o los comentaristas virulentos (por lo general anónimos), así como nuestra permisividad. Sobre todo a ellos está dirigido este editorial redundante, que vuelve sobre las razones por las cuales mantenemos sin moderar, censurar o cerrar, la sección de comentarios de este blog.

La transparencia, y la no intervención del editor –tijera en mano-- en los foros de discusión de CI, son indispensables para que un proyecto como el nuestro sea creíble. Así, las derivaciones hacia lo grotesco en la sección de comentarios las hemos visto, y seguiremos viendo, como un mal menor. Y no menor por relativizarlas, claro está, sino en el sentido de que hemos debido atravesarlas, o tolerarlas, en función de garantizar la más absoluta transparencia en el debate, y en atención a una verdad de Perogrullo: es preciso reconocer los problemas, desnudarlos, para buscarles raíz y solución (cuando los tienen). La crispación, por desgracia, forma parte de una cultura sociopolítica que nos acompaña, a los cubanos, desde siempre, pero nada que se mantenga a la sombra o a nivel de comentario de pasillo es a posteriori saludable, ni encuentra reforma, ni mejoramiento, ni antídoto. En este sentido, Internet se ha revelado como una herramienta maravillosa, capaz de abrir una brecha en el muro de la censura y la exclusión. El secretismo, la censura y la exclusión alimentan la doble moral y sirven de plataforma a quienes se valen de la ingenuidad o el desconocimiento de sus víctimas para manipular impunemente.

Por otro lado, sabemos que hay personas que por su brutalidad, prepotencia o desprecio hacia los demás se han ganado –minuciosamente— la animadversión de una mayoría. Pero esta circunstancia no justifica que nos abandonemos a nuestros más bajos instintos. La libertad implica responsabilidad. Y la responsabilidad es individual, está en cada uno de nosotros, latente en nuestras decisiones y acciones, no debe quedar en manos de un “infalible” policía del pensamiento –el editor del blog-- que en la inmensa mayoría de los casos, y a veces sin siquiera proponérselo conscientemente, empieza “moderando” y termina convertido en un manipulador. No nos engañemos: como blogueros, sólo contamos con un modo de garantizar absoluta transparencia, y neutralidad editorial, en el debate: absteniéndonos de censurar en un sentido u otro. Y esto vale doblemente para un blog como CI, con la dificultad añadida de que sus posts muchas veces acumulan decenas, a veces cientos, de comentarios, con lo que la labor de moderarlo sería de miniaturista.

Retomamos lo dicho en un editorial pasado. Es hora de agradecer públicamente a los tantos amigos y colegas que han sido atacados en este blog, ofendidos, de los que se han escrito barbaridades, y falsedades, anónimamente, y sin embargo han continuado con nosotros. Ellos han comprendido de qué va CI, lo que proponemos en última instancia. En mi caso particular (Armando Añel), tengo que agradecer que la inmensa mayoría ha entendido que no es censurando comentarios en su contra como mejor los apoyo o les muestro mi aprecio. Resulta complicado asimilar algo así, lo sé, sobre todo en una cultura como la nuestra. Pero todos ellos han sido atacados sin piedad aquí, y todos hemos seguido adelante. Es un privilegio y, una vez más, mi agradecimiento. A veces damos las cosas por sentadas, sin comprender que es necesario comunicarlas. La amistad es también --no sólo el amor— flujo de información. Gracias por su paciencia.

Vivir en libertad implica correr un cierto número de riesgos. Esta es una verdad como una casa, que trasciende cualquier consideración cultural o tecnológica. En este sentido, el modelo de blog abierto que propone CI reproduce, a nivel práctico, la máxima de Lord Acton: “La libertad no es un medio para un fin político superior. Es, en sí misma, el fin político máximo”.

La libertad en CI es el medio y el fin en sí misma.

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