google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Erótica: La blogosfera cubana contra los demonios (III)

viernes, 29 de octubre de 2010

Erótica: La blogosfera cubana contra los demonios (III)

por Manuel Gayol Mecías

Con frecuencia, en Erótica (Letra de Molde Ediciones, Miami, 2010) hay un entramado de ocurrencias que sirve para que el discurso continúe con su ironía. Pero, en general, la forma de contar toda la historia es la de una burla tomada en serio que intenta —lográndolo— dinamitar la lógica lingüística, pero que de igual manera da la posibilidad de crear un lenguaje-otro, ficcional, irreverente, erótico en el sentido hedonista, indicativo de que la “revancha lingüística” es también un rechazo contra todo tipo de sujeción, de imposición. Es por ello que Fidel Castro se hace de un:

adminículo antibalas, ligeramente semejante a un cinturón de castidad,
diseñado para salvaguardar las partes pudendas de su portador,
básicamente los glúteos y los genitales. Sobre todo los glúteos. Gracias a
la muñida curvatura del chaleco, su portador podía tomar asiento sin
mayores molestias, en tanto el diseño concebido por Sisborne disimulaba
eficazmente la presencia del artefacto. Esto último agradó particularmente a Castro.

Uno de los aspectos relevantes de esta sorna es la seriedad con que se expresa. En otras palabras, el estilo sutilmente circunspecto con que está escrito, lo que crea un sentido “admisible, creíble y fidedigno” que nunca está divorciado de la verosimilitud imaginaria de la historia. Una historia que para ser tal reclama este tipo de pronunciamiento, esta sobriedad mordaz con que se cuentan las cosas.

En particular, para mí, este lenguaje hedónico, que sale de una nueva dimensión de lo imaginario, se encuentra dado consustancialmente por el pensamiento ideo-estético de las nuevas generaciones aparecidas en Cuba después de la “Revolución”. Pero principalmente por la eclosión, en sus propias estructuras mentales, del fenómeno de la Internet como movimiento generacional, de la aparición súbita de un hecho tan importante para los escritores y los que aspiran a serlo como es la blogosfera, sabiendo que ello sólo viene a ser una línea precursora de otra clase de espacios en la Red, como Twitter y Facebook, etcétera.



La comunicación con el mundo a través de la Internet, la blogosfera y Twitter —para los blogueros cubanos y unos cuantos más, de una minoría que puede tener acceso a la Red de Redes— ha representado en la Isla una ventana a la libertad no sólo por la libre y abismal información que provee, sino además porque esos mismos recursos digitales se han constituido en elementos clave para filtrar al mundo las verdades sobre la falta de libertad, la discriminación y la espoliación del gobierno contra el pueblo (asuntos directamente concernientes a los derechos humanos que la opinión pública internacional debía y debe conocer de primera mano) gracias a la expresión escrita online, principalmente, de estos jóvenes cubanos blogueros y twitteros.

En el capítulo Idamanda y el desbarajuste de los vertederos inservibles surge una especie de intratextualidad semiótica con los nombres de los blogs de la Mano Sucia y la Cloaca del Pantano. En el sentido en que el narrador extraño define a uno y a otro, y los ve competir, está la referencia básica al blog Cuba Inglesa (CI), del mismo Armando Añel. De aquí esa intratextualidad que digo, que es real dentro de este mundo incluso como mundo originario y altamente explosivo en influencias para esta novela. Erótica, por ello, podría devenir un desprendimiento de la blogosfera, o más bien del carácter “bloguero” del autor. Y es por lo que esta narración —para rehacer su nueva dimensión; quiero decir, para rehacer el nuevo universo virtual a la realidad corpórea de este planeta llamado “Cuba Castrista”— necesita persuadir a las recientes generaciones con un nuevo lenguaje y una nueva manera de entretejer la invención de la historia.

La competencia entre los blogs de la Mano Limpia (que se hacía llamar de la Mano Sucia) y la Cloaca del Pantano, de la cual habla el Narrador Extraño (a partir de aquí lo pongo con mayúsculas, puesto que ya considero la perspectiva del discurso como protagónica), es la misma que existe entre los posts que aparecen en CI y la diarrea de los comentarios hechos por los trolls (saboteadores) que persiguen a muchos de los escritos. En definitiva, esto de partir de CI es lo que —a mi juicio— define a Erótica como un universo paralelo, su proyección de constituir un mundo de esencia virtual, invisible y blogosférico, que nada más se deja ver y sentir a través de las palabras, como salido de la mejor ficción.

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