google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Erótica: La blogosfera cubana contra los demonios (V y final)

lunes, 1 de noviembre de 2010

Erótica: La blogosfera cubana contra los demonios (V y final)

por Manuel Gayol Mecías

En relación con la novela Erótica, quiero reiterar, por último, algo sobre el concepto de patria y el nacionalismo. Y es que leyendo el capítulo Un legado optimista, donde se dice que “la patria es Internet. O mejor: la patria es el individuo”, recalco que sí, que esto es muy cierto. Sin embargo, me atrevería a preferir cierta modificación, aportando que la patria es el individuo y la Internet un camino que se rehace constantemente.

Sin dejar de estar de acuerdo con el Narrador Extraño, añado que la patria es la libertad. La Internet, aun cuando contiene el libertinaje, también esencialmente contiene la libertad; el sentido y el concepto de lo que es el orden de la libertad, a pesar de que existan las mediocridades y las artimañas, los trucos y la maldad. Pero la Red de Redes es el mundo, es la diversidad, el ser humano y, aunque parezca cursi lo que voy a decir, en la Internet, como en la vida, existe mucho más bien que mal. Lo que sucede es que en la vida, como en la Internet, el Mal, lo mañoso, el engaño, el populismo, el nacionalismo, el consumismo, el totalitarismo y todas las doctrinas jodidas del hombre, se suceden desproporcionadamente, y por eso asustan. Pero la esencia final y mayor de la humanidad es el Bien: la libertad ordenada en la civilidad, en todo lo que tenga que ver con la espiral humana. Esa energía de la Realidad Viviente que está en la antropología y la genética del ser del mundo (Ánima Mundi), y que, por ende, también se encuentra en la del ser cubano:

La patria era uno mismo —los afectos y amores del individuo—, luego entonces no tenía sentido invocar el nombre de la patria. Luego entonces carecía de sentido regresar a una simbología lingüística ya superada —el pasado eternizado en las viejas palabras—, que aportaría a los cumberlanos lo que la baba de caracol a la vajilla de porcelana.

En resumen, en Erótica se habla de una forma diferente de pensar, y de un nuevo lenguaje. Porque en la realidad (de la vida y la Internet) el nacionalismo ya no tiene sentido (me refiero específicamente al nacionalismo y no a la patria). La palabra “patria” puede persistir, pero lo que cambia es el concepto. Personalmente, sí la invoco, pero desde la perspectiva del nuevo concepto, el de la libertad, que da esta novela Erótica, junto a la convicción de una renovación del pensamiento que ha tenido siempre y tiene actualmente lo mejor de la juventud de Cuba: patria es amor y belleza del placer; es libertad y es democracia.

A partir de aquí la imaginación se libera y se desborda; entonces Thamacun-Cumberland-Erótica encuentra su razón de ser. Es como si dijéramos, en palabras de Antonio Machado, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

Cortesía Hispanicla

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