google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Sputniks totalitarios

viernes, 10 de abril de 2009

Sputniks totalitarios

por José Luis Sito

El régimen de Corea del Norte viene de lanzar un cohete de largo alcance disfrazado de satélite espacial y ha informado a su pueblo que fue puesto en órbita con éxito extraordinario, y ahora da vueltas alrededor de la Tierra, transmitiendo canciones revolucionarias. La verdad, los hechos, dicen que esta operación fue un fracaso total, que las canciones revolucionarias se hundieron desastrosamente en el mar. A estas horas, el falso satélite y auténtico misil de largo alcance está transmitiendo para las sardinas y los tiburones.

Pero estas groseras falsificaciones no les importan a los regímenes totalitarios. La mentira forma parte de su esencia política, y distribuyen internamente estas patrañas con la certeza que nadie podrá desmentirlas. Todos los medios de comunicación están bajo dominación, entonces la verdad, objetiva o subjetiva, no tiene importancia. Lo que importa es mantener a la población bajo el efecto de un espejismo.

Un espejismo no es una ilusión óptica, el objeto es muy real, de lo que se trata es de una deformación del objeto y del desvío de su trayectoria. El régimen totalitario norcoreano deformó el cohete militar y su trayectoria. Deformar y desviar son las principales actividades de la propaganda totalitaria. Por ejemplo, cuando el policía en jefe de la cultura, Abel Prieto, informa que la performance de Tania Bruguera (un minuto frente al micrófono) fue un acto crítico libre de una artista libre, está deformando la realidad. Cuando informa que la performance fue utilizada por elementos contrarrevolucionarios, olvida señalar que ningún revolucionario tomó el micrófono.

El cohete-performance, destinado a echar al aire palomas castristas y voces incondicionales, se hundió calamitosamente. Qué decepción para el régimen no haber podido mostrar a las cámaras del mundo, en directo desde la Bienal, lo tanto que ama el pueblo cubano la supuesta “revolución”. Lo que pudieron ver y oír los presentes en la performance fueron voces libres, sin deformación ni desvíos, por un irrisorio minuto.

Un fracaso para la propaganda calculada del régimen castrista. Pero no importa, basta con emitir un informe donde se afirme que las canciones revolucionarias dan vueltas alrededor de la Tierra. Lo mismo si el Sputnik-performance propagandístico yace en el fondo del océano.

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