google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Resistencia y libertad (IV y final)

martes, 12 de mayo de 2009

Resistencia y libertad (IV y final)

por José Luis Sito

Vaclav Havel nos recuerda en su extraordinario libro, de 1978, Intento de vivir en la verdad. El poder de los sin poder, lo que podemos y no podemos hacer cuando entramamos un proceso de resistencia. No podemos orientarnos con la misma lógica de nuestros adversarios, con mentiras, violencia, cinismo, crueldad, terror, y correr el riesgo de no poder diferenciarnos de ellos. Tampoco podemos retirarnos a nuestros aposentos privados, apaciguarnos y acabar por coexistir con el régimen, formando en algunos casos parte de él. Se trata de una resistencia activa que termine políticamente, socialmente, culturalmente con la dependencia de los individuos.

Hay que sustraerse del sistema y superar esas coexistencias, esas esclavitudes y sumisiones que nos mantienen a los cubanos sujetos y ciegos. Hay que crear una sociedad civil abierta, alejada de esa alineación. Esto no se consigue en un momento. Pero se puede y ya se ha conseguido en parte. Se necesita continuar y ampliar las acciones de resistencia.

Construir una lucha de tácticas y estrategias es algo que implica un proceso, del cual no conocemos nunca su devenir, pero sabemos a dónde nos lleva y lo que queremos. Es algo que se comienza con paciencia, organizándose, con determinación, con razón, con unión, con pasión, con alegría, con fervor. Es algo experimental, a tientas, un titubeo. Una puesta en práctica con sus acechos, sus repliegues, sus ataques para una conquista de la libertad.

La libertad se conquista. La resistencia es su lucha. Los resistentes son los agentes de propagación de la libertad.

Con estas fuerzas de afirmación, con estos actos de creación, con estas metas no podemos caer en el pesimismo, en la resignación, en la fatalidad: hay que arrancarse la inercia y la pasividad. La responsabilidad y las acciones individuales deben ser de nuevo apreciadas y debemos abandonar la idea de que la dictadura castrista fracasará y caerá como un fruto podrido.

Hay que promover entre los cubanos la ciudadanía activa, responsable, ética. Es esta nuestra obra vital en esta lucha de resistencia por la libertad del pueblo cubano.

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