
Pero el general Wentworth se enredó en Santa Catalina. Era Cumberland (tierra difícil), y fue definitivamente oprobioso el avance hacia la capital oriental. Según varias fuentes, los ingleses “fueron continuamente hostilizados, primero por pequeñas partidas, después por tropas veteranas llegadas en mayor número desde Santiago y mandadas por el coronel Don Cagigal de la Vega.
“Después de haber perdido a la mitad de sus hombres, sobre todo por las enfermedades, el general Wentworth ordenó la retirada y que reembarcaran las tropas”, en noviembre de 1741. Entonces la rivalidad entre Vernon y Wentworth, a quien el primero acusaba de haber precipitado, a fuerza de dejadez, la derrota británica, alcanzó un punto de no retorno.
Mapas cortesía Gaspar El Lugareño.