por Armando Añel
Cabe parodiar la frase enemiga: ¿Líderes para qué? “No los queremos, no los necesitamos”. Todos somos protagonistas. Creo que es una de las grandes conclusiones de este primero de junio, sustentada en una forma de activismo más plural, más democrática, más participativa. También más realista.
Otra es la certeza de que la blogosfera y sus márgenes (foros, diarios, portales…) llegaron para quedarse. Verdad de Perogrullo, pero potenciada: Llegaron para convertirse en el campo de batalla del futuro. Y del presente. Es aquí, en terreno inhóspito, donde las huestes castristas y sus aprendices de brujo en el exilio van a ser derrotados. No sólo han perdido esta batalla (algunos la tildarán de escaramuza, pero igual). También van a perder la guerra.
Una tercera es que podemos hacer oposición sin aburrirnos. Hacer política divertida, festiva. Si es que, claro, se le puede llamar política a lo que se ha hecho. Hay que reírse prácticamente de todo, como muchos de nosotros sabemos.
Lo cierto es que ha sido un gran éxito lo de este primero de junio. Se han establecido precedentes. “Mientras lo que nos interese sea el convocante y no el contenido”, leí en un comentario, en el blog de Reinaldo Escobar, “no lograremos hacer que el régimen retroceda un paso”, y por alguna razón quienes participamos de esta iniciativa hemos captado el mensaje.
Pero nadie tiene que ponerse bravo. Respetamos a quienes no creen en estas cosas. Los resquemores provocados hay que intentar entenderlos. Tomárnoslos con filosofía. Yoani Sánchez y su esposo, el propio Escobar, a última hora echaron una mirada crítica sobre la acción de este lunes. Es su opinión y están en su derecho. A nivel práctico, sin embargo, sería conveniente, en futuras oportunidades, establecer mecanismos de comunicación más expeditos para llegar a ellos y a otros disidentes en la Isla. No se trata de señalar con el dedo a nadie, pero ya es más que evidente, y esto se refleja en la sección de comentarios de los blogs de ambos, que la labor de los moderadores, o sostenedores en el exterior, ha sido pésima. Sin contar los correos electrónicos enviados a Yoani por diversas vías, ¿cómo es posible que quienes se ocupan de esas páginas fuera de Cuba no hayan podido comunicarse con ellos durante la semana larga que duraron los preparativos? ¿Por qué Lía, de Habanemia, o Claudia Cadelo, de Octavo Cerco, estuvieron al tanto y participaron activamente, mientras ellos nos perdían la pista? ¿Dónde es que se enreda la pita?
Eso sin contar el trabajo de zapa que pueden estar haciendo unos pocos en el exilio para dividir y sembrar discordia. Pero ya esa es otra historia. Ahora sólo cabe celebrar.
Imagen cortesía de Cubaleah.