“Y ya que tú eres anónimo, no anonímes más tu vida, que un anónimo no vive, porque se haga Anonimón: Anonimón Nonimato, anonimo-mato Non. Eres hoy un Mamoncillo, con el Nónimo Mamón, Mamoncillo Anonimillo, por quererte Anonimón... Para que el Anoni brote, en todo lo que te pidan, no malgastes tú la vida, en mirarte Anonimón, que anonimarse no es vida, si te quitan el Anón... Todo Anón es salvavidas del Anonimato Non, cuando hables y te midas con el Nónimo Mamón, que es como un pueblo que aunque pida lo que pida, tendrás que mostrarle Anón, pues no se anonima, Non, todo lo que sientes, Non, si no malgastas la vida, en comentarios de ida, que en su vuelta, Anonimón, se pierden, porque el Anón, con mi fuerza no lo midas, a no ser que sea embestida, para el Nónimo Mamón, que te puede hacer Rey Midas, si niegas tu Anonimón...”.
Josan Caballero aquí.