por Ignacio T. GranadosEstamos eufóricos, no es para menos y queremos compartir nuestra alegría con ustedes, pues, aun tratándose de un web-site de baja intensidad, Ediciones Itinerantes Paradiso ha logrado superar el promedio mensual de las cuatro mil vistas. Debemos reconocer que todo eso lo hemos logrado, mayormente, gracias a la ayuda de El Submarino Amarillo, nuestra publicación electrónica con noticias, anuncios y dedicada a la reseña literaria que, en su última salida, nos subió el promedio semanal de 950 a 1013 sesiones. En total, nuestras páginas han sido reclamadas, en promedio semanal, 2 847 veces. Este sábado (8 de agosto del 2009), a las 2:30 de la tarde, ya habían sido reclamadas unas 140 veces.
Curiosamente, y contrario a lo que esperábamos, la mayoría de nuestras vistas no provienen de los buscadores públicos, sino que empiezan las sesiones por nuestra página principal, de modo que se trata de una búsqueda puntual e interesada en nuestro material propio, y no de modo genérico o temático. Hemos de reconocer, también, que gran parte de este público proviene de importantes autores internacionales que reseñamos y que, en muestra de generosidad y espíritu de colaboración, tienen a bien difundir nuestros vínculos, incluso cuando la crítica ha sido dura con ellos, demostrando un alto concepto del criterio, una estima y un respeto que esperamos poder mantener. Está claro que el trabajo rinde mejores frutos cuando se basa en la generosidad, el respeto y la confianza; no cuando se basa en la arrogancia banal, o en el miedo al talento ajeno, que sólo muestran la propia insuficiencia.
Por orden, las otras cuatro entradas principales son El Submarino Amarillo, la exposición de William Ríos, la de Ramón Alejandro (con texto de Guillermo Cabrera Infante) y la de Margarita García Alonso. Es decir, las secciones de galería y de la revista electrónica, que son, respectivamente, en las que hemos puesto mayor énfasis, con esta consecuencia. Al menos una veintena de todas esas sesiones del promedio semanal alcanzan entre 10 y 30 minutos; lo que dadas las características del formato electrónico, y el tipo de tránsito de la Internet, es algo más que notable. Afirmar que nos ven incluso en Irlanda y las Islas Seychelles no nos añade poder ni alcance; puesto que careciendo de servicios de traducción (on line) es obvio que se trata de lectores de habla hispana, muy probablemente de la extensa diáspora cubana.
Pero no otra cosa pretendemos, así que muchas gracias a todos, sobre todo a los que han tenido a bien colaborar con nosotros. De veras, muchas gracias, de todo corazón, mu dupué.
