“Simple y llanamente el cantautor (Juanes), a todas luces nervioso ante el reto que se había impuesto, tuvo un exabrupto en las primeras horas del domingo frente a los elevadores del Hotel Nacional al confundir la identidad de una persona. De inmediato se le aclaró que se trataba del sommelier del Salón Aguiar, un joven pero experto trabajador de la instalación que únicamente se disponía a ofrecer su servicio. Juanes se disculpó no sólo con el joven sino con todos los trabajadores testigos del breve y puntual desaguisado”.
Pedro de la Hoz