google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Prolongación Ancestral, lo que pasó

martes, 22 de septiembre de 2009

Prolongación Ancestral, lo que pasó

por Ignacio T. Granados

La presentación de un poemario se ha hecho algo complejo, porque incluye alguna impudicia y violación de intimidad, es decir, es un hecho contradictorio y violento. Pero todo eso puede ser una buena ocasión para hablar de un buen libro de poemas, que es en definitiva de lo que se trata. La presentación de Tony Cuartas el pasado 20 de septiembre no fue complicada en lo absoluto, fue un hecho feliz, y ese contraste es suficiente para el entusiasmo, y tratar de compartir lo que pasó allí.

Cuartas presentó su poema Prolongación ancestral en Agartha Secret City, la librería esotérica de Carlos A. Díaz Barrios en Miami. El libro, como una larga cantata, es un lento “andar La Habana”, y quienes tienen memoria de esa ciudad saben que es un placer inmenso, una recreación de belleza y luz. El poema de Cuartas tiene reminiscencias en la figura de Lezama Lima; pero quizás no tanto a su poesía o su poética, sino a su condición tan especial de habanero hablador, su capacidad de vivir La Habana. La textura del poema es de fuerte intelectualismo luminoso, con un lenguaje no rebuscado pero poblado de imágenes complejas, que recrean esa sensualidad con que los habaneros viven su ciudad y la recuerdan. En consecuencia, la presentación devino en una tertulia calma cuyo tema central fue La Habana, pero no sólo eso, también los pliegues en que guarda su grandeza.

Este es el primer poemario publicado de Cuartas, pero él no es exactamente un novicio —eso fue motivo de enredo para el editor—, sino más bien un desconocido experto. De ahí que la modestia y la cortedad de la presentación se vieran reforzadas por temas recurrentes como la amistad con Hilario González, ese ángel de la Jiribilla —también musicólogo— que como una espina de oro sostenía el universo cultural de la ciudad. Marina Ortiz, cantante, apoyó con canciones alusivas a ese espíritu de la ciudad. El presentador fue corto, embargado por la emoción, pero culto y brillante, como un toque modesto y feliz. De Letra de Molde, la editora, se ha oído mucho, aunque en modo intermitente; éste es probablemente su primer golpe de efecto real, y fue muy bueno. Crea expectativas, tanto por la posibilidad de enriquecer el panorama como por el buen pie de este paso suyo.



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