por Ariel Ricardo
La cuestión no es ser incluyente o excluyente, sino realista. Una selección poética de la manera que la proponen muchos de los post que he leído, no es realista. El punto es que, de ser publicada “con todos y para el bien de todos”, se necesitarían al menos cien tomos de quinientas páginas cada uno. Ya el exilio tiene la tristemente célebre antología de cuentos de Julio Hernández Miyares, que reúne en dos tomos a casi trescientos cuentistas cubanos en el exilio.
Qué yo haría:
—Me limitaría a los escritores cubanos que viven fuera de la isla y tienen al menos un libro publicado en el género.
—Los autores deben haber salido de Cuba después de 1959, para que queden dentro de la categoría de exiliados.
—Excluiría a los que han ido a Cuba, porque viajar a la isla les hace perder su condición de exiliados. No olvidemos que un exiliado es aquel que sale de su país por desacuerdo y temor al régimen que impera. Si regresa, estando todavía el mismo régimen, entonces no es un perseguido político, sino un emigrante. Pero este tema es delicado y, aunque yo los excluiría, creo que no debe tomarse en cuenta este aspecto.
—Se crearía un equipo de selección que incluya a personas de las distintas etapas del exilio. De los 60, 70, 80, 90 y los más actuales. Cada cual conoce a la gente de su generación.
—Se debe asignar cuatro páginas a cada autor. Una página titular, con la ficha biográfica del autor y tres para el poema o los poemas.
—Debe haber un coordinador general, que es quien toma la decisión final.
—El equipo de selección debe escoger los poemas del libro o de los libros publicados por ese escritor.
Creo que estos puntos ayudarían a un arranque coordinado. Luego vendrían otras consideraciones, cuando ya se tenga la selección.
Nota del Editor. Ariel Ricardo es un seudónimo. El autor de este artículo prefirió permanecer en el anonimato.