por Enrique Collazo
Esta mañana me he levantado indignado con la noticia de la detención y paliza que los agentes de la Seguridad del Estado han propinado a Yoani Sánchez y Orlando Luis Pardo cuando se disponían a participar en una pacífica manifestación. Se precisa tener muy baja catadura moral como ser humano y como hombre para vejar y golpear a indefensos activistas pacíficos por la libertad, y más aún si uno de ellos es una mujer. Ello revela la desesperación, la impotencia y la rabia que provoca en el régimen el protagonismo que gradual pero insistentemente ha adquirido el movimiento de los blogueros en la Isla, encabezado por la admirada, lúcida y valiente Yoani Sánchez, quien junto a otros valerosos luchadores por la libertad, muchos de ellos tras las rejas de las prisiones, representan hoy la vanguardia de la oposición contra la dictadura.
Este triste y aberrante episodio me hace recordar a todos los que, siendo niños, asistimos a las repugnantes escenas que a diario se sucedían durante la tiranía de Fulgencio Batista, en la que al amanecer aparecían cadáveres de luchadores contra la dictadura sembrando las calles de la ciudad; otras veces, como le ha pasado a estos dos blogueros, los liberaban luego de haberles propinado una tremebunda paliza o haberles dado a tomar aceite ricino, para amedrentarlos y poner la mordaza del terror en sus bocas.
Sin embargo, todos hemos escuchado la serena respuesta de Yoani, de seguro compartida por todo el movimiento de blogueros y la oposición interna en pleno, y que se resume en que continuarán luchando por la libertad en Cuba de forma pacífica. En que, a pesar de la cruel represión, no podrán acallar sus denuncias sobre el atropello a los más elementales derechos humanos en la Isla.
Por este medio requiero a todos los defensores de la libertad y de los derechos humanos en el mundo para que eleven hoy más que nunca su voz de repulsa y condena a los actos de represión del castrismo. Asimismo, quiero trasmitir mi más sincera admiración por su coraje y templanza, en momentos tan comprometidos, al movimiento de blogueros cubanos que desarrollan su labor en condiciones realmente difíciles y a riesgo de sus vidas, así como nuestra solidaridad y apoyo. ¡Viva Cuba Libre!