google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Temas de propaganda

lunes, 2 de noviembre de 2009

Temas de propaganda

por José Luis Sito

Goebbels, ministro nazi de Educación y Propaganda, decía que cuando oía la palabra cultura sacaba su pistola. En Cuba, sacan la revista Temas y demás armas de propaganda ideológica que provocan in fine los mismos desastres.

Ahora, los castristas ejecutan menos por el método “limpio” del fusilamiento, aunque siguen usando abundantemente el encarcelamiento y la tortura. Han optado por “la batalla de ideas”, ya que las informaciones sobre los crímenes son difíciles de esconder en este mundo de flujos de comunicación. Una guerra total contra el enemigo de clase, pero con pistolas teóricas y conceptuales. Si es que a esto se le puede llamar teoría o concepto: más bien se trata de un amasijo de prejuicios y de puntos de vista fanatizados.

La revista Temas necesitaría decenas de tomos para poder abordar todas las patrañas, mentiras, manipulaciones y todas las operaciones de falsificación que ha llevado a cabo en su patética historia. Finalmente, todo ese montículo de papel cabe en una sola palabra: propaganda. Temas es una máquina de manipulación de los espíritus.

El zócalo está enraizado en un principio fundamental: la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas, repetidas incansablemente, presentadas una y otra vez, bajo diferentes puntos de vista, pero siempre convergiendo sobre una idea única, obsesiva.

La obsesión de la revista Temas: comunismo contra capitalismo. Y en sus páginas el comunismo siempre gana la batalla, binaria y simplista, de los comandantes del marxismo-leninismo primario. Pobre Marx… ¿qué diría de estos métodos, esta dialéctica, estos argumentos y estos adeptos fanatizados? Marx, que terminó diciendo que no era marxista.

El pluralismo, la pluralidad de opiniones, es la gran obsesión de Temas, lo que saca a estos extremistas y fanáticos de sus casillas. En sus páginas un miembro del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), un tal González Castro (en Medios de difusión y patrones culturales en Cuba, número de enero-junio del 2000), llega hasta a sugerir insidiosamente que la población y la cultura de la Isla fueron exterminadas por los colonizadores y que, por lo tanto, le ocurrirá lo mismo al pueblo de Cuba si se deja amañar por las “teorías pluralistas” y los contagios foráneos. Lo dice claramente y ufanándose: “Esta misma estructura [la erradicación de la pluralidad de los medios de comunicación y la campaña nacional de alfabetización] se alzó como una muralla poderosa contra toda manifestación externa de cultura que fuera considerada dañina para la sociedad en formación, ni los Beatles escaparon de tales restricciones”. Este muro de aislamiento y de reclusión, el “especialista” del ICRT lo considera uno de los grandes logros de su supuesta revolución.

Termina por donde terminaron todas estas ideologías totalitarias, y así lo expresa justificándose espantosamente: “Una revolución naciente tiene que asumir métodos radicales para su subsistencia. […] Desterrar todo lo que oliera a pasado, todo lo que pudiera hacer peligrar la estabilidad del proceso, no fue fácil”.

Comienzan matando la pluralidad, revistas y periódicos, y terminan matando a los seres humanos. La revista Temas es uno de los autores intelectuales de estos aterradores crímenes.

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