por Toussaint de Argote y Sotomonte
Una fue pionera de las gestas independentistas del continente americano. La otra fue la más tardía de las colonias. Ambas recorrieron caminos en apariencia diferentes para llegar a lo mismo. Cuba y Haití, sólo 80 kilómetros aparte, son hoy por hoy dos naciones muy parecidas.
La Perla de las Antillas y el occidente de La Española no sólo comparten una misma vocación caribeña, sino, además, una larga historia común de cultura taína, colonización europea, destino de piratas, bucaneros y filibusteros, trasiego de imperios y riqueza sustentada en la trata y explotación esclavista.
Pudo Haití llevar adelante una de las más grandes gestas de la historia por la que los esclavos derrotaron a sus victimarios, una acción que tiene ecos en la más perentoria de las necesidades de la Cuba de hoy.
Y una larga historia de dictaduras asemeja a las dos naciones, pero Haití optó por la senda de la democracia. Una democracia con apellidos, mas, pese a sus imperfecciones, democracia como Cuba no ha podido alcanzar.
Por si lo anterior fuera poco, una larga tradición de intercambio de poblaciones une igualmente a ambos países. Los braceros haitianos que llegaban a la zafra del azúcar, los colonos cafeteros franco haitianos que se asentaron en Cuba procedentes de esa Haití que tanto amaba Carpentier.
Ambas naciones tuvieron un pasado común y aguardan un futuro de unidad. Separadas, poco han conseguido. Unidas todo lo pueden. Abogamos por una fusión entre Cuba y Haití, en un retorno en igualdad de condiciones a una mítica Cubaguahaití, que nos devuelven las brumas de la historia, como apuesta de futuro. Porque ambas patrias caribeñas tienen un elevado capital: la riqueza del trilingüismo, la diversidad de su herencia taína, española, francesa y africana, el poder de su música y su folclor, la calidez y la bondad de sus pueblos.
Debe, en consecuencia, Cubaguahaití resurgir de las aguas del Caribe. Porque hoy el Paso de los Vientos casi ha desaparecido para, de accidente de la geografía, tornarse en intención de la cultura: en el Estrecho de la Esperanza.