“Mi hijo (Orlando Zapata Tamayo) murió a causa de una demora innecesaria en el traslado a La Habana, lo hicieron así para que mi hijo se destruyera (…) El cadáver tiene huellas de tres golpizas en la espalda (…) la del 29 de octubre fue la golpiza más grande…
“Hasta el monte lo tienen rodeado aquí (en la vivienda de la familia, donde tiene lugar el velorio), no han dejado entrar ni siquiera a unos vecinos que han venido de buena fe, nos tienen sitiados para que los hermanos no entren. Ellos (los castristas) no nos han hecho concesión alguna, incluso han golpeado a algunos de nuestros hermanos”.
Reina Luisa Tamayo desde Holguín, en declaraciones al programa de Oscar Haza