
“El pasado 9 de diciembre, Zapata se declaró en huelga de hambre para exigir un tratamiento decoroso. Las autoridades penitenciarias le negaron el agua por 18 días, lo cual le indujo una insuficiencia renal. Posteriormente fue expuesto desnudo a un potente aire acondicionado, lo que le provocó una neumonía. Este martes, ya en estado crítico, fue admitido en el hospital Hermanos Amejeiras, en La Habana, y comenzó a recibir líquidos por vía intravenosa. Murió horas después. El gobierno cubano nunca respondió a sus demandas”, recuerdan los organizadores.