1) El desastre es el comienzo de algo distinto. No miréis el lado oscuro de las cosas. Caminad. Abrid los ojos. No busquéis lo que no existe. Construidlo.
2) Hijos míos, no toméis las palabras de los profetas muy a pecho. Los profetas nos equivocamos también. Si ven que cometemos pifias, rectifíquenlas. Los verdaderos profetas no somos soberbios. Los soberbios son los poetas.
Cortesía Crónicas de Nuevo Songo