El Códice Thamacun

por El Investigador de Nuevo Songo

La pregunta lo agarró desprevenido. Steve Upperlip no esperaba que estallara ese bombazo el mismo día en que se estrenaba como portavoz de la Casa Burundanga. Y eso que sus conocidos aseguran que es un hombre de reflejos ágiles. Upperlip suele comparar el peligro con un muelle, que libera toda su energía de manera inesperada, tras un período de presión, pero sin experimentar transformaciones permanentes. “Hay que estar listos. El peligro puede estar agazapado en cada esquina y nunca debe ganarnos la partida”.

Upperlip no es persona acostumbrada a perder la compostura. Había convocado a la prensa y protestaba con firmeza por los calificativos de esperpéntica y carnavalesca --endilgados a la reina Leididí Usnavi Burunganda I en un blog del separatismo alejandrino— cuando el reportero lo tomó por sorpresa. “Un golpe bajo”.

El periodista hablaba de El Libro Verdadero, mencionado por el Bibliotecario de Westh Havana en la filípica Fi, la espiral de la Casa Burundanga, y decidió dar la estocada: “¿Qué nos puede decir del Códice Thamacun? ¿Existe? ¿Está la reina en posesión de él?”

La turbación de Upperlip, que al principio irrumpió de manera discreta, lo fue poseyendo completamente a medida que titubeaba, sudaba, palidecía. No sabía cómo responder o, mejor, negar, rechazar un viejo mito que en las noches de tormenta trepaba a las conversaciones de los borrachos en las tabernas del puerto de Port La Maya, una vieja historia de marinos que conseguía, como por arte de un hechizo, bajar las voces estruendosas de los bebedores del puerto, al punto de que sólo se escuchaban los truenos. Porque únicamente los borrachos, y los locos del manicomio de Vindobona, se atrevían a hablar de aquello... en susurro.

¿Qué era el Códice Thamacun? ¿Existía como objeto físico o formaba parte de un mito ancestral? ¿Era verdad que varios buscadores de tesoros y aventureros habían encontrado la muerte tratando de descifrar la incógnita? ¿Por qué le llamaban el Santo Grial de El Hecho? ¿Cuál era la clave del misterio?

Continuará