Nota del director del Comité Cubano Pro Derechos Humanos:Después de muchas semanas de que el nuevo jefe de Cuba, el general Raúl Castro, sucesor de su hermano Fidel, vendiera esperanzas al pueblo cubano y a la opinión internacional fabricando la innecesaria utilización de la iglesia católica para la liberación de los presos políticos, nada especial ha sucedido, con excepción de la liberación de un solo preso para que muriera –según el grave estado en que está— en su casa y no en la prisión.
¿Por qué decimos que estamos ante una obra de teatro del régimen cubano? Un gobierno de mando totalitario que controla toda la sociedad y donde no existe la más mínima división de poderes, no tiene que dilatar ningún proceso o paso si tuviera buena voluntad. Si en 24 horas los encerró y los enjuició a modo relámpago, hoy para soltarlos tampoco necesita mediación de algún gobierno extranjero o de la iglesia católica. El mundo está ante un moderno coliseo romano donde sus ciudadanos más dignos, como Orlando Zapata, Guillermo Fariñas y los inocentes presos políticos, ofrecen su vida para lograr la salvación de sus compañeros enfermos y el respeto de los derechos civiles universales del pueblo cubano.
Hoy estamos ante un nuevo crimen de Estado, que ya habíamos avisado. Se venía venir la sucia jugada de “doble play” político: no soltar a los presos políticos hasta que muera el valiente e inteligente activista Guillermo Fariñas. Al salir el régimen del complejo y difícil caso de Fariñas, que tantos dolores de cabeza le ha dado, suelta a todos los presos políticos para vender, en la confusión, que el fallecido fue un radical que no creyó en la buenas intenciones de las autoridades de Cuba y en la ininteligible mediación de la iglesia católica y del gobierno de España.
A asegurar lo anterior nos ayuda el propio periódico Granma en su edición del sábado 3 de julio de 2010, donde anuncia la, premeditada por ellos, muerte de Guillermo Fariñas (al contrario del despiadado crimen que ejecutaron con Orlando Zapata Tamayo, al cual golpearon y no dieron agua). ¿Por qué esta esmerada atención a Fariñas? Para tapar el crimen de Zapata y limpiar su imagen dando a entender que Fariñas muere por un capricho personal. Preguntémonos: ¿Desean de verdad que no muera un ciudadano cubano de manera innecesaria? Pues miren que simple: a los que van a soltar mañana libérenlos hoy sin complejos, falsas mediaciones ni soberbias criminales.
El inusual articulo del Granma pretende preparar (léase engañar) al pueblo cubano y a la opinión internacional para la muerte de Guillermo Fariñas, y tratar de que el gobierno de Raúl y Fidel Castro limpien su muy empañada imagen con el crimen de Zapata Tamayo. ¿Cree el director del periódico estatal Granma, la periodista Deisy Francis Mexidor y el Dr. Armando Caballero, que a estas alturas alguien se va a creer que ellos puede abordar esta noticia, escribirla y dar sus opiniones si no son autorizados y teledirigidos desde el despacho de los hermanos Castro?
Estamos ante la innoble justificación de otro crimen.
Lic. Oscar Peña
