He acomodado las transparencias en el eco de la voz que supo encontrar
su otro eco repartido en la siembra multiplicada donde la luz
enciende los dígitos de la memoria.
Yo he podido encontrar ese camino.
Yo he sabido armar la historia.
Yo he intentado disuadir a los fugaces rescatadores del verbo.
Nada ha sido eficaz.
Nada ha logrado encumbrar el precipicio.
Desde el eco visito el verbo,
pero no hallo la acción.
Todo se disuelve en metáforas,
en círculos estériles que ocultan la luz.