
Hemos pedido además a Añel que nos permita insertar una encuesta a la derecha (permite sólo un voto por computadora, o IP, aunque un mismo IP puede votar por varios autores), teniendo en cuenta que a veces el espacio de comentarios se presta a filias y fobias de difícil interpretación.
Habiendo leído todas las primeras cuartillas de los ocho trabajos recopilados –imposible leerlos todos completos-, nos quedamos con la portada de Omar Santana. Jorge Ferrer (Un pueblo que sabe reírse de sí mismo) se toma sin humor el asunto (5 de 10); Enrique del Risco (En defensa (tardía) del choteo cubano) logra, sin perder la amenidad, radiografiar los matices (8 de 10); Ramón Fernández Larrea (La risa en la sombra: muerte del humor político en Cuba) va rápidamente al hueso del asunto, aportando cronología (8 de 10); Emilio Ichikawa (Alvarez Guedes, el antropólogo mayor) se apoya en el famoso cómico para recrear sus nostalgias (6 de 10); Arturo Arias-Polo (Los inolvidables cómicos del cine republicano) aborda con precisión el tema del humor en el cine (9 de 10); Pedro García Albela (¿Quién se acuerda del Yo-Yo Místico?) nos hace la historia del referido Yo-Yo (5 de 10); Emilio García Montiel, por último, es dadivoso en Qué tiempos aquellos, que ya pasaron (9 de 10).
Omar Santana (10 de 10) nos salva, a todos, con la ilustración de portada. Otra vez, excelente idea.