por Armando Añel
Según el canciller brasileño Celso Amorim, el relajamiento del embargo anunciado por Washington constituye sólo "un pequeño paso en la dirección correcta", y ahora Estados Unidos no debe quedarse “esperando gestos de Cuba para poder continuar" en el camino de la normalización de relaciones. El funcionario de Lula considera que sólo hubo un elemento novedoso en el anuncio de este lunes, y es el que tiene que ver con la apertura del sector de telecomunicaciones al comercio bilateral.
Más allá de los puntos controversiales presentes en el nuevo giro de la política estadounidense hacia Cuba, parece indiscutible que hay un apartado cuyas bondades están fuera de discusión, y en esto hay que coincidir con Amorim: a partir de ahora las compañías estadounidenses pueden establecer conexiones de fibra óptica y satelitales con Cuba. Como escribí en la primera versión de este blog, en el verano de 2008, cuando la administración Bush “cuqueó” al castrismo en sentido similar, el exilio cubano debe elevar el valor de las apuestas. Una vez más, es momento de desatar una campaña mediática que ponga en evidencia quiénes son los aperturistas y quiénes los liberticidas.
“Estados Unidos facilita a Cuba el acceso a Internet, pero La Habana rechaza el ofrecimiento”. El titular a difundir, sobre el que montar una campaña de promoción internacional, de envergadura, debería ser por el estilo. La diferencia con respecto al episodio del año pasado radica en que ya no estamos hablando de una declaración de intenciones por la parte norteamericana, sino de un hecho concreto. Un hecho concreto auspiciado no por el “malvado” Bush, sino por el mediático Obama.
¿No decían Ramiro Valdés y tantos otros funcionarios castristas que Estados Unidos es el principal causante del uso restringido de Internet en la mayor de las Antillas? ¿Vamos a quedarnos otra vez petrificados? Seguramente no es hora de que el exilio cubano regrese una vez más al debate basado en qué administración norteamericana hace o ha hecho más por la libertad de Cuba, o al contraproducente cantinfleo a favor o en contra de Obama. Hay que pararle las patas a los Castro, Chávez, Lula, Amorim y demás falsificadores, y para ello es preciso desarrollar la ofensiva en terreno adversario: en el campo de batalla de los medios de comunicación masiva.
“Estados Unidos facilita a Cuba el acceso a Internet, pero La Habana rechaza el ofrecimiento”. Probablemente por ahí van los tiros.