
Un misterio indescifrable si se tiene en cuenta que se produce en la vorágine de la blogosfera y entre cubanos, medio en el que, como es de todos conocido, tarde o temprano todo se sabe, o todo se revela. Tanto que el propio Holmes ha bajado los brazos, aceptando que la complejidad del caso supera cualquier consideración lógica o dialéctica. Se trata de ser o no ser, y el cabrón fantasma de la convocatoria no es, se diluye en un amasijo indescifrable de blogs, anónimos, declaraciones, enlaces, pullas, campañas y enfrentamientos.
Por supuesto, lo importante es que las cazuelas suenen. ¡Pero cómo le hubiera ahorrado tiempo a unos cuantos que se hubiese tratado de una convocatoria transparente! Como no dejara de recordarle Watson a Holmes, Time is Money. Algo que el célebre inglés no ha tenido más remedio que dar por seguro.