“¿Por qué ese afán de los cubanos con que no se les puede criticar, joder a su imagen o desvirtuar sus gestiones públicas con chistes, sornas, sátiras o parodias? ¿No será eso un síntoma de que aún no están adaptados para vivir en sociedad libre? ¿O será que se toman demasiado en serio debido a malas variantes sociales y prejuiciados esquemas étnicos?
“Piénsalo. Tú mismo me has dado la clave al comentar que Varela se metió contigo una vez y la pasaste mal dos semanas. Bueno, ¿y qué? ¿Nadie se puede meter contigo? Entonces, ¿cómo se sienten los presidentes día a día cuando los suenan los caricaturistas de los periódicos más influyentes y leídos del país o del continente? ¿Y cómo se sintió Obama cuando el Post de Nueva York le metió la caricatura del chimpancé muerto a tiros por la policía? Si Varela se metió contigo debería ser sinónimo para ti de que eres una persona pública o que estás en la palestra pública por alguna gestión temporal o profesión que practicas. Casi que lo vería como un halago o un signo de popularidad, y no como un acontecimiento engorroso, compadre. A veces me pregunto por qué son tan serios, tan profundos y tan comemierdas. Y perdóname que no me incluya, porque no soy cubano, aunque viví en Cuba mucho tiempo. Soy venezolano residente en Miami”.
Perito Calígrafo aquí.