por Armando Añel
La cerrazón castrista ha resultado inversamente proporcional a la estrategia aperturista de la administración Obama. O al menos es lo que han dado de sí estas primeras semanas de política moderada hacia Cuba. Las predicciones del llamado “exilio vertical” se han cumplido meticulosamente: A más concesiones del mundo libre, más censura y represión de la parte cubana. Nada sacia el apetito autoritario del castrismo. Se trata de esa clase de bestias a las que les dan un dedo y se cogen cabeza, cuerpo y extremidades.
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