La flota inglesa ha capturado vivo, y dejado muerto, al archiconocido pirata Bola de Churre, de nombre original Fidel Castro.
En un esfuerzo sin igual, los valerosos oficiales del Enterprise, el buque insignia de la flota de su Majestad, entraron a saco en el camarote del bandido y lo sacaron a rastras, previa obstrucción de sus fosas nasales.
De las fosas nasales inglesas, aclaramos, pues el insoportable hedor de “El Bola”, como también se le conocía, habría hecho de todo punto imposible cualquier otra aproximación.
Tras ser sometido a sucesivos baños de agua salada en la propia cubierta del Enterprise, balde tras balde sobre su humanidad cochambrosa, Castro fue decapitado de un solo, y justiciero, hachazo.
El verdugo del Caribe ha muerto. Dios salve a la Reina.
Ilustración de Margarita García Alonso