por Jorge Salcedo
Juan Carlos González Marcos, más conocido por Pánfilo, será (o ya ha sido) enjuiciado bajo el cargo de "peligrosidad social predelictiva", según reporta desde La Habana el periodista independiente Julio Aleaga Pesant.
Se espera que la fiscalía sostenga el cargo de peligrosidad en los diez años que Pánfilo ha pasado sin trabajar, y que su abogado designado, Bruno Pérez Moya, base la defensa en la enfermedad de alcoholismo del defendido, según el mismo reporte.
González Marcos fue detenido el pasado 4 de agosto mientras acudía a una citación del Ministerio de Trabajo en su municipio. Allí lo esperaban los agentes de la policía que lo condujeron a la estación de 21 y C, y luego a Zapata y C.
Como es obvio para cualquier cubano o para cualquier persona medianamente informada sobre el acontecer cubano, Pánfilo será juzgado por la inmensa acogida (más de 300,000 vistas en YouTube) del video en que aparece borracho dando un testimonio enfático, divertido y dramático, del hambre en la isla. Antes de que apareciera el video, su situación laboral y su dependencia del alcohol no tenían mayor importancia para las autoridades cubanas.
La figura jurídica de "peligrosidad social predelictiva" que se le pretende aplicar es uno de los capítulos que mejor evidencian la represión político-ideológica que se ejerce a través del actual sistema judicial cubano. El código penal vigente establece que se puede juzgar a una persona por considerarla "proclive" a cometer un delito, y considera que para demostrar esa inclinación a delinquir basta que la persona tenga una conducta "en contradicción manifiesta con las normas de la moral socialista" (Artículo 72).
En consecuencia, cualquier desacuerdo con el sistema, cualquier denuncia o testimonio que cuestione la justicia, eficacia o bondad del sistema socialista es susceptible de construirse como un "estado peligroso". Todavía más, el Artículo 75.1. nos informa que para que una persona sea considerada "proclive al delito", basta que tenga "vínculos o relaciones con personas potencialmente peligrosas para la sociedad, las demás personas y el orden social, económico y político del Estado socialista". No se entiende bien el miedo de la población y el aislamiento de los opositores del régimen si se desconocen estos detalles del sistema jurídico castrista.
Pánfilo no es un héroe ni un activista político. Sería deshonesto, y contraproducente, señalarlo como tal. La fuerza de su testimonio radica más bien en su espontaneidad e inconsciencia, en haber sido dado en estado de embriaguez y de manera casual, mientras se entrevistaba a otra persona sobre un tema de actualidad musical en la isla.
El juicio oral tendrá (o tuvo) lugar en el Tribunal Municipal Popular de Plaza de la Revolución, en la intersección de la Calle G (Avenida de Los Presidentes) y Calle 9, en el Vedado. Desconozco la fecha y hora exacta del juicio (quizás ya ha sucedido), y ruego a todos permanecer informados. Este es un caso que demuestra a las claras el funcionamiento represivo del régimen. Quizás podemos evitar el crimen. Podemos al menos evitar que pase inadvertido.
Cortesía Salcedo Diario