por José Luis Sito
Dictador Fidel Castro: El millón de cubanos que nos reunimos para marchar frente a su Palacio Presidencial, su Oficina de Intereses castrista, es sólo una pequeña parte de todo un pueblo valiente y heroico que quisiera estar aquí junto a nosotros si físicamente fuese posible.
Se reúne en gesto hostil contra vuestra dictadura. Es un acto de indignada protesta y una denuncia contra las brutales, despiadadas y crueles medidas que su régimen ha adoptado contra nuestro país durante 50 años.
De antemano conocemos lo que usted piensa o pretende hacer creer de los que por aquí marcharán. En su opinión de dictador socialista se trata de masas mercenarias vendidas al imperialismo, cuando se trata de masas oprimidas y ansiosas de libertad lanzadas a la calle por hombres y mujeres cubanos disidentes y resistentes a su tiranía infame. Ignora por completo que ningún régimen de terror como el suyo podría arrastrar indefinidamente al pueblo de Cuba como un rebaño, atado cada uno de ellos con una cuerda al cuello.
A usted seguramente le han informado cuántos miles de niños, adolescentes, jóvenes, madres, personas de mediana o mayor edad que podrían salvarse, mueren cada año en este "idílico edén de sueños socialistas" que es Cuba, y a qué ritmo se destruyen las condiciones naturales de vida y se está despilfarrando en medio siglo, con terribles efectos nocivos, las riquezas que esta isla y sus habitantes habían creado en 500 años de labor colectiva. Pero para usted sólo han flaqueado algunos, y nada le importa, sólo guardar su poder absoluto y total.
A usted le bastaría pedir a sus secuaces los datos precisos sobre el sistema de terror que ha implantado, las Villa Marista, los CDR, las cárceles por centenares, los campos de concentración, las Brigadas de Respuesta Rápida, las gestapos de la seguridad de su Estado socialista, los chivatos en cada rincón de calle, los matones a disposición día y noche, los cuerpos de sus organizaciones paramilitares, sus militares deshonrados por los crímenes cometidos durante medio siglo.
Parodia de un discurso de Fidel Castro en 2004. Parodia en homenaje a las víctimas de los dictadores nacional-socialistas, cuyo día, el del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y de la resistencia al totalitarismo, se conmemora este 3 de septiembre.