Señor editor de Cuba Inglesa:La que suscribe, Mary Scott, es habitante del islote de Vindobona, al que un puñado de personas aquejadas de ciertos delirios se empeña en llamar “Nuevo Songo del Norte”.
Primeramente, ofrezco disculpas por mi uso del español. Comprenda que no es mi lengua materna.
Señor editor, deseo formalmente expresar mi queja porque su respetable blog ofrece plataforma a un grupo de vecinos que desconoce las normas más elementales de la convivencia. Me refiero a los súbditos de “Nuevo Songo”, nuestros vecinos, que no tienen mejores calificativos que endilgarnos a nosotros, seis respetables familias procedentes de mainland England y la Isla de Man, que los de “provincia rebelde” y habitantes de “territorio en reclamación”.
A lo que no pasa de una disputa entre vecinos -en un islote donde apenas hay espacio para caminar sin tropezarnos- ellos lo califican de “diferendo fronterizo” y “problemática de relaciones internacionales”. Hasta les ha dado por calificar de reina a una señora gruesa de nombre Leididí, que vive de squatter en un edificio destartalado que una vez sirvió de almacén y lo hacen llamar “palacio” tras añadirle, por todos lados, algo que ellos llaman "barbacoas" y bautizarlas como salones de nombres rimbombantes. Incluso hablan de un tal “Salón Marco Polo”, destinado a recibir a imaginarios embajadores cuando el mundo reconozca su Estado. Y a nosotros nos hacen la guerra para que "reconozcamos" la autoridad de su "gobierno".
El grado de delirio llega al extremo de decir --citando a los “cronistas”-- que los “Conquistadores”, es decir, los primeros de su grupo que llegaron, tuvieron que enfrentarse a “monstruosos insectos prehistóricos”, cuando en realidad se referían a los daddy longlengs, unos mosquitos inofensivos conocidos también como crane fly, u Holorusia rubiginosa, que no hacen daño a nadie y son de lo más comunes en el verano.
Señor editor, yo he contactado a las autoridades más cercanas (las verdaderas, las únicas) que radican fuera del islote y también a las sanitarias, y lo más que he conseguido es el reconocimiento de que mis vecinos padecen una especie de “delirio inofensivo”. ¡Inofensivo! Que nos lo digan a nosotros, a quienes llaman insubordinados y rebeldes porque no queremos sumarnos a su locura.
A mí misma me llaman “líder separatista”, “traficante de armas” y toda una sarta de epítetos cuando mis máximas preocupaciones, hasta que comenzó la guerra entre vecinos, eran la repostería y las rosas de mi jardín.
Gracias por dedicarme parte de su valioso tiempo y espero que comprenda que ya no podemos más con esta situación.
Nota del Editor. Informes confidenciales llegados a esta redacción insisten en el despropósito de que la reina Leididí Usnavi Burundanga I es en realidad Meneito (en la imagen, captada por Omar Santana). Por lo pronto, quedamos a la espera de información adicional que refute, definitivamente, estos extremos.
