por Oscar Peña
Es casi una obligación cubana felicitar hoy a María Elvira Salazar por la edificante entrevista que le hizo ayer al famoso músico Juan Formell. También a él. Para quienes consideramos y aspiramos a que en la Cuba que se aproxima quepan todos los cubanos por encima de diferencias ideológicas, experiencias vividas, separaciones geográficas, confusiones de los que se expresan en terreno minado, dolores y sufrimientos, fue muy estimulante ver la entrevista de esta inteligente periodista a Formell. Demostró que no es sólo una mujer de bellas piernas.
Fue un tremendo placer disfrutar por más de treinta minutos de esta entrevista entre una periodista del Miami cubano y el artista residente en la isla. María Elvira Salazar hizo un trabajo formidable sin faltas de respeto ni griterías, y donde no faltó la pregunta adecuada, el profesionalismo periodístico y la dignidad cubana.
Sin duda, el periodismo serio, constructivo, humano y comprensivo de las circunstancias y experiencias ajenas, puede jugar un decisivo y muy importante papel en el drama nacional, sumando voluntades. María Elvira fue anoche un ejemplo de ello.