Juanes interpreta A Dios le Pido. Enseguida: “Este el sueño más hermoso de paz y amor que he podido experimentar después de mis hijos... Este es el amor verdadero, por encima de las diferencias todos somos hermanos, todos estamos conectados”. Comienza un segundo tema: “El futuro está en sus manos muchachos, ¡vamos a cambiarlo para bien señores!”, clama a manera de introducción. Y en el preámbulo de una tercera pieza, Me Enamora: “No importa cómo pensemos, no importa qué religión tengamos… ¡al final, muchachos, todos somos iguales!”.
Un cuarto tema, Sueño, dedicado a todos aquellos privados de su libertad, “donde quiera que se encuentren”. El énfasis, en los secuestrados por las FARC.
Quinto tema: Tengo la Camisa Negra. Invita al final a Bosé, para interpretar juntos la pieza Cambio. “Vencimos el miedo para estar con ustedes esta tarde, y esperamos que ustedes también lo puedan vencer…”. Fuerte. “Que puedan cambiar el odio por amor, muchachos (…) ese es el mensaje, no más”.
Nada Particular, nuevo tema y cierre entre Bosé y Juanes. Bosé pide al público atención a la letra, porque “parece que está escrita para ustedes”. Fragmento: “Dame una isla en el medio del mar, llámala libertad…”.
Miami. Los enfrentamientos, paradójicamente, se dan en el Versailles de la Pequeña Habana, reportan canales locales. Pelea entre dos bandos, a favor y en contra del concierto.
Silvio Rodríguez. “Si saber no es un derecho, seguro será un izquierdo”, canta. Segundo tema: Ojalá. Al término: “Gracias Cuba, ¡viva el pueblo cubano!”.
Toca el turno a Luis Eduardo Aute. Silvio ha pasado como una exhalación. “Habrá un antes y un después de este concierto”, asegura Aute. Luego de un par de temas, interpreta Rosas en el Mar –un canto a la libertad-, el clásico popularizado por la Massiel.
Carlos Varela sin camisa blanca. De negro completo. ¿De luto? En cualquier caso, son sus colores habituales. “Los trucos del mago se descubren… las brujas ya no creen en el poder”, canta. “Tengo una camisa blanca”, puede leerse en la sudadera negra de Varela. Dedica el segundo tema “a todos los cubanos, estén donde estén”. Pero se puso el freno.
Cierran los Van Van, con Olga Tañón bailando en una esquina. “¡Duélale a quien le duela ya se hizo… ya se hizo el concierto por la paz!”, grita Juan Formell. “¡Dejen ya el abuso!”.
“¡Cuba Libre... por una sola familia cubana!”, clama Juanes.