(A la imagen del exilio contribuyen) los blogs, cómo olvidarlos, con sus “cartas de apoyo”, sus campañas contra esto o aquello y sus pedidos de libertad, de acceso a internet, de ayuda humanitaria, de “memoria de elefante” o “borrón y cuenta nueva”, de “jama” o “cacerolazos”, y con sus cursos acelerados de Capitán Araña. Contribuyen “las vacas sagradas” con sus veleidades e histrionismos y “los talentos emergentes” con su inmensa levedad, los “farsantes impúdicos”, los comerciantes exitosos, los políticos, los comediantes, los profesores de marxismo y los espías atrapados y presos, los lancheros de “15k por cabeza a pagar acá”, los desempleados, las “mulas” y los Estefan. Pero nadie recuerda esta lista infinita de gente que pareciera no aportar nada a la imagen del exilio. Como Fidel Castro hiciera con la imagen de la isla, un solo hombre ha monopolizado y personifica hoy la imagen del exilio cubano. Saavedra.
Heriberto Hernández en La Primera Palabra