En la edición de este año de la Feria Internacional del Libro de Miami (FILM), el Programa de Autores Iberoamericanos cuenta con más de sesenta escritores invitados. Precisamente, cabe apuntar que dicho programa será inaugurado, a las cuatro de la tarde del domingo 8 de noviembre, con la presentación del volumen La ciudad de la unidad posible (Ultramar, Miami, 2009), selección poética de autores residentes en el sur de la Florida.
Continuamos la serie de respuestas sobre la base de dos preguntas hechas a editores y escritores relacionados con, o que han visitado la Feria: ¿Cuál es la mayor virtud, y cuál el peor defecto, de la FILM?
Ernesto González (escritor y bloguero)
No conozco mucho los pormenores de cómo se organiza la feria, a quién se invita, quién lo decide. Mi opinión es la de un asistente habitual de la feria, un lector. Para mí lo mejor de este evento anual es la oportunidad de conocer a los autores, comprar sus libros, asistir a sus presentaciones, hacerles preguntas. En la Feria del año pasado, por ejemplo, pude conocer y conversar brevemente con autores cubanos que respeto mucho, como Manuel Sosa, Zoe Valdés, Daina Chaviano, Enrique del Risco, Wendy Guerra, Rafael Rojas, entre otros. Se dice a menudo que en Miami se lee poco, pero a juzgar por la cantidad de asistentes que tiene la feria cada año, esa afirmación pudiera parecer un poco exagerada. Quizás sea que en Miami se lee cada vez más.
No me molesta mucho que cobren por la entrada, aunque no creo que sea un método efectivo para recaudar fondos. Si pagas por la entrada, quizás vas sólo una vez, sobre todo si tienes hijos. Si es gratis, vas varias veces y compras siempre algo. No sé, me parece que es algo que debieran reconsiderar. Pero prefiero pagar a que no se pueda celebrar la feria por falta de fondos.
José Menéndez (escritor bajo seudónimo)
Varios defectos tiene la feria, tales como la incapacidad del comité, o junta de organizadores, de aceptar críticas (autoritarismo). Este comité, que es vitalicio, elige a un grupo de escritores amigos que participan continuamente, en detrimento de otros que son excluidos. Es decir, el “socialismo” es uno de sus más graves defectos. Por último, ya es una tradición dar prioridad a escritores extranjeros y excluir a buenos escritores del patio.
Por lo demás, opino que es un evento que aviva la vida cultural de Miami, una fiesta de las letras que muestra otro rostro de la ciudad, que no es el de las afiebradas discusiones políticas y los escandalosos casos de corrupción gubernamental. Qué lástima que sus defectos ensombrezcan el lado positivo e impidan que sea un evento de mucha más calidad. Tengo miedo, mucho miedo, como Virgilio Piñera después que Fidel declarara: “Dentro de la Revolución todo, fuera de la Revolución nada”. Si digo lo que pienso de la feria, quedaré excluido por siempre.