
Funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos puntualizaron, según Associated Press (AP), que se indicará a los fiscales “que no es conveniente dedicar su tiempo a arrestar a gente que usa o proporciona marihuana medicinal en acatamiento estricto de las leyes estatales”.
“La nueva política marca un cambio significativo respecto de la seguida por el gobierno de George W. Bush, el cual insistió en que continuaría aplicando las leyes federales contra la marihuana sin tener en cuenta los códigos estatales sobre la materia”, especifica AP.
En Estados Unidos, catorce estados permiten el consumo de marihuana con fines médicos: Alaska, California, Colorado, Hawai, Maine, Maryland, Michigan, Montana, Nevada, Nuevo México, Oregón, Rhode Island, Vermont y Washington. California es el único entre ellos que “cuenta con dispensarios o negocios que venden marihuana para fines medicinales, e incluso anuncian sus servicios”.