por Idabell Rosales
Luego de que cierto brujo “detuviera” en seco la descomunal arrancada de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid (seis goles en cinco partidos de Liga y una serie de jugadas individuales decisivas), el primer equipo de la capital española comenzó a recular. Primero, contra el Sevilla. Ayer, a manos del Milán en la Champions. El Milán, viejo pero peligroso, aprovechó las imprecisiones de Iker Casillas en la puerta, raras pero puntuales. El Sevilla exhibió músculo y nervio. En ambas oportunidades, y perdiendo por la mínima, el Madrid se olió que con Cristiano la película habría tenido final feliz.
Está apurando ahora el portugués la recuperación, que podría coincidir con el segundo partido contra el Milán, ya en Italia. En quince días estará, con bastante probabilidad, en San Siro. Y el brujo insiste: “dentro de cuatro meses, como máximo, Cristiano Ronaldo regresa a Portugal y nunca más juega fútbol (…) después de esta lesión sufrirá un nuevo golpe y entonces tendrá que parar durante dos o tres meses, y luego vendrá la lesión final”.
¿Será noche de brujas en Milán? El Madrid está obligado a dar un golpe de autoridad. Demasiados años ya sin ganar el torneo de los torneos para empezar padeciéndolo. Demasiada ansia contenida en las gradas del Santiago Bernabéu. Es ahora o nunca. Todos contra el brujo.