Nosotros, cubanos y descendientes de cubanos afincados en la necrópolis de Alejandría, en Egipto, decidimos:
I)- Fundar la comunidad de West Havana, como símbolo y templo en que refugiarnos por nuestra condición de exiliados, expulsados por una Patria a la que sin embargo no podemos renunciar, puesto que nos ha formado y determina.
II)- Para eso, y hasta como venganza y justicia poética, reivindicarnos a nosotros mismos en el concepto de la Matria; esto es, una receptividad que nos permite seguirnos alimentando del lugar del que partimos, como ascendencia, sin negarnos la posibilidad de convivir y realizarnos en "Patrias" más amables.
III)- Que según lo antes dicho, creemos en la afirmación de los valores nacionales, y luchamos contra las visiones postmodernas de pertenencia y raigambre, por ser tan ilusorias como las contrarias.
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