Estimado señor director de Cuba Inglesa:
Sea usted realista. ¿Cómo cree que pudo haberle sucedido algo así a Isabel II? Se trata de ficciones, de alucinaciones, de invenciones. La realidad es que este es un pequeño islote y que nuestros vecinos viven una afiebrada fantasía.
Claramente usted toma partido por Westh Havana, sea lo que sea, esté donde esté. Yo tomo partido por la realidad, y la realidad está en este lado del espejo: yo soy el baño de realidad.
Sólo quería alertar sobre las consecuencias funestas que pueden acarrear unos locos sueltos con fantasías desbordadas.
No me hago responsable de lo que pase en lo adelante. Cumplí con mi deber de alertar.
Espero que publique esta nota al margen, y que los lectores sean quienes tengan la última palabra. La mía es "suerte".
Mary Scott, desde el islote de Vindobona.
Nota del Editor. Para seguir las incidencias a las que alude Scott, dar clic en los enlaces en rojo que aparecen en el texto.