“Fresa y chocolate es una película bien intencionada y refleja hasta cierto punto la discriminación gay en Cuba. Pero es irreal esa tesis de la amistad entre el gay y el heterosexual. En la vida real esa relación amistosa no existe, porque el gay confundirá la amistad con la atracción sexual. Es el gay el que rechaza al amigo heterosexual porque no cree en la amistad sino en el sexo. La amistad y el sexo en el gay son la misma cosa”.
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