“Yo amo mi Cuba y en ella viví la mejor etapa de mi vida, no lo voy a negar, allí tengo a toda mi familia, por la que noche a noche derramo miles de lagrimas. Es dura la soledad, pero cuando pienso en esos 16 años que viví viendo a mi mamá y a mi papá llorando porque no tenían para comprarnos los zapatos para la escuela, o porque llegaba la noche y no tenían ni un sólo grano de arroz para poner en la mesa, se me enorgullece el alma, me siento una jovencita digna de mí misma. Yo vine a este país en busca de un sueño americano justo, devolverle a mis papás todo el sacrificio que hicieron por mí en mi niñez cuando ellos sean viejitos, que es como volver a ser niño. Ya tengo 17 años y estoy a meses de mi mayoría de edad, en cualquier momento me llega mi residencia y espero ser una más de esas miles de hispanas que se alejan de sus hogares y se enfrentan a la vida con ansias de justicia y libertad. ¡Yo también quiero ser un orgullo hispano!”.
Mariela Ramírez Ramos aquí