por Delio Regueral
La intolerancia no es más que la falta de habilidad o voluntad de tolerar algo. Por ello este espacio se declara abiertamente intolerante ante la intolerancia no con un decreto o enunciado, sino con la práctica constante del reconocimiento al derecho individual de ser diferente en todo, exceptuando en los derechos.
Donde pierde la coexistencia triunfa la co-destrucción. La imagen que acompaña estas palabras intenta exponer que incluso la maldad y la bajeza más venenosas son razonables y justificadas por un lado del espectro, porque desde el otro pueden ser siempre controladas, como se demuestra en términos médicos. La tolerancia a alguna sustancia se produce cuando, como resultado de su administración (o auto administración), el sujeto presenta menor sensibilidad a ella. Por último, cuando la medicina falla, sobre todo en el campo de la mente, también hay recursos físicos que ayudan a la coexistencia.
La serpiente arropada no sólo se beneficia de la calidez, sino que al abrigarse, sin caer en la cuenta y como efecto secundario, limita su capacidad de arrastrarse en busca de su próxima víctima.
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