El parsimonioso habla de pronto del azar y conjunciones astrológicas alrededor del famoso Boom. Es la serenidad que permite esa modestia lo que llama la atención, porque pone la perspectiva y se da cuenta de cuánta determinación externa incide en un fenómeno. También da fe y esperanza en cuanto a desarrollos posibles, recuerda cómo fue que los editores se fijaron en los escritores; dice a los escritores cómo la naturalidad y la modestia pudo llevarlos a las cumbres más altas, vedadas a la vana pretensión. Lo de menos es su perfil político, es sólo un escritor que inevitablemente tiene un perfil político; pero sobre eso, tiene una lucidez maravillosa, que quizás fue lo que le ayudó a sacar provechoso partido de su talento fenomenal. Cortázar, sin hablar de ello, recuerda que no es suficiente el talento: también hay que estar a su altura para poder vivirlo, tener la madurez de asumirlo con humildad y vivir en consecuencia, sin ansiedad, con grandeza.
De la serie Voces Literarias, de Ignacio T. Granados