por Carlos Scholkow
Sólo después de salir de Cuba pude vadear en profundidad la variadísima gama de premoniciones, predicciones, formulaciones catastrofistas que periódicamente atenazan la imaginación del ciudadano occidental. Desde la caída de las Torres Gemelas como resultado de una conspiración judía hasta la teoría según la cual el reciente terremoto de Haití responde a un pacto con el Diablo cerrado por los lugareños, siempre en línea con lo inusual, o lo extraordinario, o lo horrible. Horas muertas delante de nosotros, esperándonos, como las del día 21 de diciembre de 2012, la noche del fin del mundo. El año que viviremos en peligro.
Mañana pasa todo lo contrario. Feliz Nuevo Año Chino. Feliz Día del Amor. En el año 2012 crecerá el mundo, todavía más en el 2013. Chávez habrá dejado el poder, ya no viviremos en peligro… pero también, por qué no, si todo es posible.