“La Tabla funciona como una totalidad de lo dicho en secreto, como la experiencia que acumula varias experiencias: la autobiográfica, la de la familia y conocidos, incluso las experiencias de lecturas, la de una cultura adquirida, también, de manera arbitraria y feroz, es decir, canibalesca.
“El filósofo español José Ortega y Gasset –hijo de un cubano nacido en Cárdenas, como Virgilio Piñera– escribió en algún momento que el hombre aspira a salvarse agarrándose a una tabla de salvación: la cultura. Es esa la impresión que deja la lectura de La Tabla. La de ser confluencia de una expresión que desborda la experiencia del sujeto y al mismo tiempo le sirve para flotar en medio de la tempestad, para salvarse”.
Armando Valdés-Zamora en su blog