Si esto fuera una piscina no habría trolles.
Pero esto es el mar. Los trolles son como las olas, que pasan cada cierto tiempo y remueven la conversación, en cuyo caso hay que zambullirse, emerger y continuar como si nada... hasta la próxima ola.
Esto es el mar y hay que saber nadar, y no tragar agua. La piscina es para los chiquillos.
Anónimo aquí