google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Cuestión de símbolos (Las armas de Marte)

viernes, 5 de marzo de 2010

Cuestión de símbolos (Las armas de Marte)

por Ignacio T. Granados

Pocas experiencias como la de descubrir que las mayores sutilezas teóricas consisten en una obviedad lógica, que incluso los dogmas más imbatibles son una simple reducción de razonamientos básicos, y que por eso pierden actualidad con el mismo desarrollo del pensamiento.

Si el mayor arquetipo de lo poético reside en el acto de Adán de nombrar las cosas, saber que su nombre quiere decir Bien [Eu] es grandioso. Que el de Eva [Eua] signifique su extensión en el hecho de existir —es una declinación—, propone otras conciliaciones. Es en esa cuerda que sabemos que el Ángel [Eua-El] habla de la presencia de Dios, y por eso su nombre termina en el artículo; y también sabemos lo más terrible: que en la vida real el problema es creer que se entiende lo que se ha escuchado. Si todo es así, no resultará extraño que en Osha el oráculo se nombre Grandeza [Poder] del cielo, Orun-lá; más grave y hermoso, que sus colores emblemáticos sean el verde y el amarillo, en los cuales se combinan la sensualidad [Oshún] y la bestialidad del trabajo y el esfuerzo [Oggún].

Después de todo, dice una tradición que el oráculo era originalmente del fuego [Shangó], quien lo cambió por la fiesta como un cansancio de toda pretensión que se aviene al hedonismo de simplemente vivir. Es entonces como si el saber las cosas fuera reasumido al cielo, hasta que el esfuerzo se pacifique y se realice en su más pura sensualidad.

Oshún se debate como el ovillo que se enreda entre las dos puntas del conflicto, Shangó que baila y Oggún que trabaja y mata; pero es ella la esposa de Orun-lá, como Afrodita termina vistiendo las armas de Marte, porque es su solución la más eficiente. La sabiduría de Atenea [Obatalá] puede resultar intratable, de tanto suprematismo moral; le hace falta el sentido práctico de la solución, que sólo es cierta en el sensual hedonismo con que se satisface la verdadera necesidad, la más profunda e interna.

Meloni: ¿Oportunista o fanática?

  Carlos Alberto Montaner En los años 1959, 60 y 61 se referían en Cuba a los “melones políticos” como alguien que era verde por fuera y roj...