
Ese reto lo podemos ver todos los días en la blogosfera cubana, que es una especie de muestrario en miniatura de la sociedad cubana, de la de adentro y de la de afuera, porque en esto no importa dónde se reside, sino de qué idiosincrasia se proviene. Vemos como muchos “infatigables luchadores por la democracia”, anticastristas de postalita y supuestamente defensores de la libertad, que ahora mismo se tiran de los pelos por la muerte de Zapata Tamayo (incluso sinceramente), desde sus webs y blogs censuran, atacan y hasta impiden el acceso a quienes no piensan igual que ellos. Es decir, supuestamente son demócratas, pero sólo cuando se trata de defender los derechos de quienes piensan igual que ellos, o son sus socios, o pertenecen a su cofradía. Los demás que arreen, si es que no intentan directamente aplastarlos.
Lo importante para convivir en libertad no es que seas de izquierda, centro o derecha. Más revelador resulta saber si cuando tengas un poco de poder te comportarás igual que cuando editabas un blog o un periódico online, aplastando, censurando o, en el mejor de los casos, ninguneando a quienes piensan diferente o no sirven a tus intereses. Algunos en esta blogosfera terminarían implantando una dictadura si tuvieran con qué.
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