“Está de más decir que quien se pasa todo el tiempo metido en una página ajena criticando, calumniando y enredando sin cesar, siempre con una visión destructiva e hipercrítica del trabajo de las personas que colaboran con esa página, siempre intentando poner en entredicho la calidad o la honestidad o el sentido de lo que se publica en esa página o de lo que publican los colaboradores de esa página en sus respectivos sitios, carece de una obra sólida y de un prestigio y de una capacidad en la cual invertir su tiempo.
“Ese alguien no cree en sí mismo y está obligado a parasitar el trabajo ajeno, a negarlo para no negarse a sí mismo. Ese alguien, no importa cuántos libros publicados tenga, cuántos blogs edite, cuántos gritos lance al vacío, no puede ser otra cosa que un mediocre”.
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