google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Resentimiento de la negación

domingo, 7 de marzo de 2010

Resentimiento de la negación

por José Luis Sito

Ustedes son el problema. Ustedes.

En democracia puedes hacer lo que no perjudica al otro. Y tu libertad no puede perjudicar la libertad del otro. Por lo tanto, tienes que conformarte con las leyes, que protegen tu libertad y la libertad de los demás. Pero si esas leyes deben ser respetadas por todos, porque garantizan la libertad de todos, sólo algunas personas están encargadas de hacerlas respetar y de aplicarlas: los policías y los jueces.

Un editor de blog no es ni un policía ni un juez, y es terriblemente peligrosa una sociedad donde los individuos hacen justicia por su cuenta. Un editor de blog tampoco es un justiciero, es un ciudadano como cualquiera. El editor que censura y banea se comporta como un policía, un censor, un juez. Esos que quieren comportarse como policías y censores ya sabemos qué mentalidad tienen: la de un dictador. Llenas sus cabezas de esos micro-fascismos míseros y ruines. Cuando muchos fueron educados por una dictadura, no es de extrañar que pidan a gritos censura, policías y brigadas de respuesta rápida cibernéticas.

Ustedes son el problema, reclamando que se reinstale la ausencia de libertad. Pero por si fuera poco, reclaman además que se reinstale el tribunal revolucionario, ese que condena y encarcela por únicamente disentir, opinar diferente, vivir diferente, pensar diferente, existir diferente. Para ustedes, la diferencia debe ser exterminada, y para erradicarla totalmente, totalitariamente, con eficiencia, hay que transformar a todos los ciudadanos en policías, en censores, en jueces, en chivatos, en dictadores del barrio, ya sea de la calle o de la web.

¡Reinstalemos los CDR en Internet! ¡Volvámonos todos policías! Pero si tanto les gusta todo esto, sólo tienen que volver a Cuba para disfrutarlo. Buen viaje. Good luck.

Habría que añadir la imposibilidad para algunos de hacer la diferencia entre una acritud crítica racional y una reacción, incluso de tipo psicológica, resentida, vulgar o cretina. La imposibilidad para algunos de hacer la diferencia entre la fuerza de afirmación y la fuerza de negación.

Hay una diferencia abismal entre decir “soy revolucionario” y decir “no soy contrarrevolucionario”. O entre decir “soy catalán” y “no soy español”. En la negación estás negando el derecho del otro a existir. En la afirmación te estás afirmando únicamente tú, con tu derecho a existir. Por eso hay que luchar por la libertad de Cuba, porque así estás afirmando en vez de luchar contra la dictadura, porque de esta última manera corres el peligro inminente de caer en el odio y el resentimiento de la negación.

Pregunta: ¿Es peligroso un revolucionario que reconoce, acepta y admite la existencia del contrarrevolucionario?

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